viernes, 18 de enero de 2008

Presentación

Hemos recorrido un largo camino. Todos y cada uno de nosotros. Hemos dado vueltas y vueltas, muchas veces sin encontrarnos. Pero seguimos buscando, seguimos insistiendo, seguimos intentando. Por eso esto existe, es real, ocupa un espacio. Porque no claudicamos, porque seguimos creyendo que vale la pena encontrarse y conocerse. Y reconocerse y crecer.
Todavía no está del todo claro lo que podrás encontrar en este blog. También depende de ti. En principio están las ganas de desarrollar nuestras ideas: Ibett Cueto, Valeria Brítez, Alicia Aonzo, Leda Ayax, Mariano Quiroga, Cándido Gutiérrez, Eduardo Vallejo, Horacio Quiroga, Cristina Maceiras, Pau Serra... Y seguro que se irán sumando más alientos a esta nueva voz que nace.
Los árboles no nos dejan ver el bosque. Pero el bosque está, late, tiene vida. Habrá que quitar las malas hierbas y dejar que se nutran las mejores aspiraciones.
Un abrazo y una mano extendida. Preparemos el cambio.

2 comentarios:

Club del Diseño dijo...

Quiero comentar algunos trucos para intentar una mirada que no pierda de vista el bosque.
Muchas veces nos sucede que estamos tan encima del arbol, tan cerca, tan tomados por ejemplo, por un clima emocional que se desata por esa proximidad sofocante, por un problema o situación, el sometimiento de tales estados que se sufren y parece que la cosa es interminable, bueno mis amnigos: es verdad¡ tal cosa es auténtico sufrimiento, muchos sabemos que cuando se sufre, se teme¡ y uno se espanta¡ por lo tanto reacciona mecánicamente, violéntamente y contradictóriamente. un notable estado de alteración de la conciencia. entonces, cambiamos el aire, nos acordamos de nosotros mismos y variamos el punto de vista, ese cambio de perspectiva nos da una nueva mirada favorable de la situación, ese contacto interior, al recordarnos y no perdernos de vista nos dá unidad y fortalecimiento.

Mariano Quiroga dijo...

Tenernos presentes. Leía a un Muñoz Soler ayer y se me incendiaba el corazón. Relata lo que en su opinión, en su estudio podría ser la función espiritual de la mujer en la sociedad contemporánea. No sé muy bien cómo resumir 7 páginas en 3 frases. Pero lo fundamental es el desarrollo nuevo al que tiene acceso la mujer. Saltar por sobre las externalidades y tomar contacto con la profundidad del espíritu, con lo insondable. Y, por supuesto, nadie mejor que ellas para trasmitir esa comunión a otros. A las nuevas generaciones como madres, a los jóvenes como profesoras, a los hombres como amantes y modelos, a las demás mujeres, como compañeras y colegas. En fin, tomar contacto con el bosque todo lo engloba y poder ir tratando acada árbol dañado. Un lindo trabajillo de botánica.